¡Todos hablan de Enrique Iglesias, pero Anna Kournikova se lleva toda la atención por una inesperada razón!
Luego de mantenerse alejado de los escenarios para concentrarse en su vida privada, Enrique Iglesias fue visto recientemente compartiendo un tierno momento con uno de sus hijos. El artista español, que ha preferido el bajo perfil en los últimos años, disfrutó de una jornada al aire libre junto a Nicholas, su hijo, en el muelle de su casa en Miami. Sin embargo, aunque la imagen del cantante pescando con su pequeño despertó ternura entre sus seguidores, no fue él quien generó más conversación en redes, sino Anna Kournikova, su pareja desde hace más de veinte años.
Mientras padre e hijo compartían una actividad tranquila y cotidiana, los comentarios en internet se volcaron hacia Anna Kournikova, quien también fue captada por las cámaras durante la jornada familiar. Las imágenes no tardaron en viralizarse, y con ellas, surgieron opiniones divididas entre los usuarios. En vez de enfocarse en el momento familiar, muchos comenzaron a opinar sobre la relación de la extenista con Iglesias, despertando críticas inesperadas y hasta polémicas.
Algunos usuarios, a través de comentarios en redes sociales, cuestionaron el hecho de que tras más de dos décadas juntos y tres hijos en común, la pareja nunca haya formalizado su unión mediante el matrimonio. Entre las opiniones más extremas, se colaron frases desafortunadas y despectivas que fueron rápidamente rechazadas por muchos otros internautas. A pesar de las críticas, la mayoría reconoce que tanto Enrique como Anna han sido claros en cuanto a su postura frente al compromiso legal: no necesitan casarse para sentirse una familia.
La historia entre ambos comenzó en 2001, cuando se conocieron durante el rodaje del videoclip de la canción “Escape”, uno de los éxitos más recordados de Iglesias. En aquel entonces, Enrique tenía 27 años y Anna 20. La química fue evidente desde el principio, y aunque al principio ella se mostró reservada, el tiempo hizo lo suyo y en 2002 confirmaron su romance en los MTV Video Music Awards, acaparando la atención del mundo del espectáculo.
Desde entonces, la pareja ha sido objeto tanto de admiración como de curiosidad. Su decisión de mantener su vida privada alejada de los focos ha contribuido a que muchos aspectos de su relación permanezcan en el misterio. Sin embargo, lo que sí han expresado públicamente en varias ocasiones es que el matrimonio no forma parte de sus prioridades. En entrevistas pasadas, Enrique Iglesias explicó que no cree que una boda cambie lo que ya tienen: “Llevamos muchos años juntos. No creo que una firma nos haga más felices”, dijo en 2011. Anna, por su parte, ha afirmado algo similar, destacando que para ella lo importante es el respeto, la conexión emocional y el compromiso mutuo.
Ambos han formado una familia sólida, y pese a los rumores que han surgido a lo largo de los años, siguen unidos y enfocados en criar a sus hijos en un entorno amoroso y tranquilo. En lugar de ajustarse a lo que otros esperan, han optado por vivir de acuerdo a sus propias reglas, alejados de las convenciones y de las exigencias sociales.
A pesar de las críticas, la historia entre Enrique Iglesias y Anna Kournikova sigue siendo una muestra de que no todas las relaciones necesitan pasar por el altar para consolidarse. Su vínculo, que ha resistido el paso del tiempo, sigue fortalecido por el amor, la complicidad y una visión compartida de la vida familiar. Y aunque muchos opinen lo contrario, ellos parecen tener muy claro que la felicidad no se mide por un documento, sino por la armonía que han construido día a día.