Un cruel acto de violencia ha estremecido las redes sociales en los últimos días. Se trata del asesinato de Zaria Khadejah Carr, conocida como Duquesa Dior, ocurrido en la noche del pasado 14 de junio, en Georgia, Estados Unidos, a manos de su esposo durante una transmisión en vivo de Facebook.
Este suceso ocurrió cuando la influencer, en plena transmisión, sostuvo una discusión con su esposo, Shamarcus Carr, sin saber que esta escalaría violentamente.
Usuarios de dicha red social aseguran que, el día de la tragedia, Carr la acusó de infidelidad durante el en vivo y le gritó: “Vas a hacer que te mate”. Varios minutos después, se pudo ver a Zaria cayendo herida por una bala en presencia de familiares.
Zaria fue encontrada inconsciente por las autoridades a eso de las 9:30 p.m., tras recibir un reporte de violencia doméstica. Fue trasladada con vida a un hospital local, donde falleció poco después.
Cabe mencionar que el agresor fue localizado en su vehículo, en el condado de Wayne, alrededor de las 11 p.m. y, tras una acalorada persecución policial, se disparó.
Las autoridades llevaron a Shamarcus Carr al hospital, pero murió al poco tiempo debido a la herida autoinfligida.
Sobre Zaria se conoció que tenía 27 años y era madre. Además, se dedicaba a promover el empoderamiento de mujeres negras y logró construir una sólida comunidad de miles de seguidores en Instagram, TikTok y Facebook, donde compartía contenido sobre maternidad, moda, belleza y bienestar emocional.
Sus seguidores lamentaron su partida y expusieron que, en varias transmisiones, la pareja llegó a mostrarse un poco agresiva, aunque no creyeron que la situación escalaría hasta ese nivel.
Hasta el momento, la policía de Georgi no ha encontrado evidencia de terceros involucrados en el caso. Además, ha abierto una investigación formal por homicidio y suicidio.
El Departamento de Policía del Condado de Emanuel y la Oficina del Sheriff señalaron que este lamentable caso —homicidio seguido de suicidio— pone en evidencia la necesidad de establecer protocolos efectivos frente a reportes de violencia doméstica, especialmente porque estos han comenzado a ocurrir frente a una audiencia digital creciente.
