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17 señales de que tu pareja ha tenido sexo, pero no contigo

Hay algunos cambios en las rutinas y en la actitud de la pareja que hacen sospechar de una posible infidelidad. Antes de sacar conclusiones precipitadas, analiza y actúa con cabeza fría.
17 señales de que tu pareja ha tenido sexo, pero no contigo

Puede que ciertos comportamientos de tu pareja te están haciendo pensar que ha tenido sexo con otra persona; lleva semanas distante, de repente hace horas extra en su trabajo o tiene una actitud extraña cuando está usando su celular.

Aunque no debes apresurarte a hacer señalamientos, puedes evaluar la situación y tener presentes ciertas señales de una posible infidelidad. Si tus sospechas incrementan, la idea es que puedas hablarlo de forma abierta y honesta. Expresar lo que sientes es el primer paso para saber qué sucede y qué decisiones tomar.

No debes ignorar que pueden existir otras causas en torno a esas conductas que ahora te resultan extrañas. Así pues, no te apresures, identifica lo que te incomoda y busca un espacio para hablar. Estas son las señales para considerar.

1. Evita tener contacto físico contigo

La pérdida de contacto físico en la pareja puede tener múltiples causas; una de las más frecuentes es cuando una de las partes ha tenido sexo con un tercero. Notas que tu pareja deja de acariciarte, de seducirte o de abrazarte; en sí, percibes una conducta evasiva cuando tratas de acercarte.

Esto suele ocurrir por la culpa o porque la persona siente más satisfacción estando con alguien más. De un momento a otro, le resulta molesto acercarse o que te acerques. ¡Pero ojo! No siempre es debido a una infidelidad.

Ciertas veces, esto se manifiesta por la incapacidad de comunicar de manera verbal otras inconformidades de la relación. De ahí la importancia de dar un primer paso para hablar y escuchar al otro.

2. Cambia su interés sexual

Relacionado con el punto anterior, la pérdida de interés sexual es una de las principales señales de una posible infidelidad. Aunque es cierto que la rutina sexual puede disminuir por factores como el estrés, una mala comunicación o una condición física, a veces es la manifestación de que la pareja se está guardando para alguien más.

Por más que intentas tener intimidad, el otro «no está de humor», «le duele la cabeza», «se da la vuelta», «está cansando» o pone cualquier excusa para evitarlo. También percibes que acepta tener sexo solo por «cumplir», más no lo disfruta.

Otro panorama puede ser que introduce nuevas técnicas al tener intimidad o de pronto quiere intentar cosas nuevas. No quiere decir que siempre sea así; pero es una posibilidad. De nuevo, comunicarse será clave para no sacar conclusiones precipitadas.

Hay que analizar si hay otros factores interfiriendo en el sexo; como una insatisfacción en otro ámbito de la pareja, peleas sin resolver o la propia rutina. Las mismas posturas, el mismo lugar y las mismas técnicas puede hacer que el otro encuentre el sexo aburrido, sin que necesariamente sea un infiel.



3. Tiene un cambio de comportamiento notorio

Más allá de perder el interés por tener contacto físico, hay otras conductas que cambian cuando la pareja ha tenido sexo con otra persona. Te encuentras con varios posibles escenarios: repentinamente notas que todo lo irrita o lo enoja; no desea hablar o tiende a evadirte; ya no la percibes cariñosa, sino grosera o evitativa.

También puede ser que está más alegre de lo normal, en especial tras salir de sus «reuniones de trabajo» o tras contestar una llamada telefónica de «su jefe», «su compañero de trabajo» o «un amigo». Aquí es oportuno que le preguntes por qué está tan feliz. ¿Notas nerviosismo? ¿Su respuesta no es convicente?

Analiza bien cómo te responde y consíderalo una señal. Eso sí, respira hondo y trata de no crearte los peores escenarios hasta estar seguro. Reúne más pruebas y luego comunica lo que sientes.

4. Tiene demasiado sueño sin explicación

Una señal que puedes considerar si piensas que tu pareja ha tenido sexo con alguien más es que empieza a tener más sueño de lo normal. Sin dejar de lado que puede deberse a su rutina de trabajo o a episodios de insomnio, analiza si coincide con otras señales.

La sensación de sueño es bastante común después de tener relaciones sexuales. Esto se debe a que después del orgasmo se liberan hormonas como las endorfinas, la serotonina, la oxitocina, la vasopresina y la prolactina, que conducen a la relajación y al sueño. Esto sumado a que es una actividad físicamente agotadora. 

5. No sostiene la erección

Los problemas de erección de tu pareja pueden tener su origen en el estrés o afecciones como la presión arterial alta, la diabetes, la aterosclerosis, entre otros. Cuando se vuelve un problema recurrente, lo mejor es acudir al médico para determinar su origen.

Ahora bien, si la causa no es orgánica, existe la posibilidad de que esté relacionado con una infidelidad sexual. A veces, los pensamientos intrusivos en torno a la falta cometida hacia la pareja generan sentimientos de culpa y vergüenza que impiden la erección.

En otros casos, la disminución del deseo sexual por la pareja estable son la causa de este problema. La pareja solo consigue excitarse lo suficiente con su amante.

6. Su eyaculación disminuye

Una de las señales que las mujeres pueden interpretar como posible infidelidad sexual es que el volumen de la eyaculación de su pareja se reduzca. Se dice que cuando un hombre eyacula poco es porque tuvo relaciones sexuales recientes, en este caso con otra persona.

¿Qué tan cierto es esto? Pues bien, hasta cierto punto sí puede ser cierto que una eyaculación reducida sea sinónimo de sexo reciente. Tras tener dos o tres relaciones en un mismo día, la cantidad de líquido eyaculatorio disminuye.

De todos modos, no hay que ignorar que el volumen del semen y su calidad puede resultar alterada debido a otros factores, como el estado de salud del hombre, su condición física, una mala dieta, cambios hormonales, la edad y el consumo de algunos medicamentos.

7. Toma duchas irregulares

Cuando convives durante mucho tiempo con alguien, puedes reconocer sus rutinas de aseo personal. Debido a esto, te puede parecer muy extraño que, de repente, tome una ducha al mediodía o busque «relajarse» en el baño siempre que llega del trabajo.

No es una conducta extraña entre los infieles; a menudo, tienen la necesidad ‘imperiosa’ de borrar cualquier signo delator. Por eso, aunque no acostumbre a tomar duchas, buscará hacerlo las veces que sea necesario.

8. Su agenda está inusualmente ocupada

Los cambios repentinos en la rutina pueden ser una de las pistas de que tu pareja tiene una relación extramatrimonial. En los últimos días, notas que su agenda está demasiado apretada y ha reducido su tiempo de calidad contigo.

Puede que ahora tenga «viajes de trabajo inusuales», «horas extras en la oficina», «escapadas de fin de semana con amigos» y otras actividades que antes ni consideraba. Y aunque existe la posibilidad de que sea cierto, también puede ser una excusa para tener tiempo con su amante.

Aquí conviene analizar con más detenimiento cómo es su comportamiento. ¿Ya no demuestra entusiasmo al llegar a casa? ¿Es distante contigo? ¿No te contesta mientras está de viaje? Si se reúnen varias de estas señales, es posible que haya una aventura de por medio.

9. Tiene salidas nocturnas frecuentes

Existe el escenario en que la pareja empieza a tener un deseo repentino por aumentar su vida social. Llega tarde a casa todos los días y asegura que «estaba con sus amigos» tomando unas copas, viendo un partido de fútbol o en cine.

Las salidas nocturnas se vuelve tan recurrentes que aparece la duda; «¿Mi pareja se acuesta con otra persona?». Día tras día tu temor aumenta; y claro, empiezas a convencerte de que algo pasa. Lo idóneo es que empieces a indagar quiénes son esos amigos y si en verdad están compartiendo con él o ella.

También es oportuno hablar con la pareja y expresar la molestia en torno a las salidas. ¿Cómo es su respuesta? ¿Se pone irritable y a la defensiva? ¿Ignora lo que sientes y lo sigue haciendo?

10. Tiene una actitud extraña al usar el teléfono

En estos tiempos, los cambios de patrones al utilizar el smartphone pueden ser bastante reveladores cuando se trata de una infidelidad. Tu pareja empieza a utilizar el móvil con más frecuencia de lo normal, se la pasa enviando mensajes y se ha vuelto muy precavida con su dispositivo cuando estás cerca.

Ya no se siente tranquila cuando recibe llamadas, por lo que las ignora o sale a contestarlas lejos. Lleva el móvil a la ducha o al baño y tarda demasiado en salir; además, de un momento para otro elimina todas las conversaciones o agrega contactos que te resultan sospechosos.

Por supuesto, como en los casos anteriores, estas conductas pueden tener otra explicación, en especial si ocurren solo de manera puntual. Sin embargo, si son recurrentes, lo mejor será indagar un poco más.

11. Percibes que tiene un olor diferente

Una de las señales físicas que puedes percibir cuando tu pareja ha tenido sexo con otra persona son los cambios en su olor corporal. Quizá notas que tiene un olor demasiado fresco al llegar a casa, como si acabase de tomar una ducha. También puede que percibas el perfume de alguien más. ¿Raro? ¡Por supuesto!

12. Actúa diferente en la cama

Los cambios en la cama no solo hacen referencia a la libido que ahora tiene la pareja; ante un panorama de infidelidad sexual, es probable que también se presenten otros escenarios. Por ejemplo, tu pareja de repente quiere dormir en otra cama o con diferentes cobijas.

 

13. Tiene nuevos hábitos y pasatiempos

Llevas un buen tiempo con tu pareja y crees saberlo todo; de la nada, sus hábitos empiezan a cambiar y resulta que ahora disfruta de pasatiempos que ni sabías que le gustaban. ¿Qué hay detrás de esto? ¿Solo quiere salir de la rutina o hay algo más?

Por supuesto, las dudas aparecen. Y aunque a veces son cambios destinados a mejorar su bienestar y su salud, otras veces son la manifestación de que hay algo más. Puede ser que son costumbres que ha intercambiado con un tercero, o que ha adquirido para agradarle a ese alguien.

Si es ajeno a ti y no tiene el mínimo interés en incluirte en esos pasatiempos o en que implementes esos nuevos hábitos, puedes considerarlo una señal.

14. Se vuelve más crítico contigo

Los defectos que antes no eran molestos, ahora son motivo de crítica constante. Inconscientemente —o de forma consciente— el infiel tiende a hacer comparaciones entre su pareja y su amante. Esto se ve reflejado en críticas hacia tu forma de ser, tu cuerpo, su apariencia y hasta tu forma de vestir.

15. Se ha vuelto inusualmente detallista

Mientras que algunos infieles evitan a su pareja y disminuyen el contacto físico y emocional, otros sienten la necesidad de ser más detallistas. Si de improvisto tu pareja te llena de regalos sin un aparente motivo, y si esto se suma a otras señales, que sospeches que ha tenido sexo con alguien más es bastante normal.

Cuando tu pareja ha tenido relaciones con otra persona, pero teme que lo sepas, la culpa lo hace querer complacerte o despistarte con detalles inusuales; flores, chocolates, peluches, perfumes… cosas que quizá solo te daba durante la conquista.

¡Claro! Debes analizar bien el por qué esos detalles. No puedes ignorar el hecho de que tu pareja también esté buscando acercarse sin que haya una infidelidad de por medio. Ten en cuenta la situación actual de tu relación y sus demás patrones de comportamiento.

16. Descubres que te oculta información

Las personas infieles suelen «cometer pecados de omisión»; es decir, tienden a ocultarte información que para ti puede ser relevante. Te das cuenta que no te contaron de alguna salida con sus amigos o que ha tenido varios almuerzos con una o un compañero de trabajo. ¿Por qué lo oculta?

Esa falta de transparencia con sus acciones te genera preocupación. Y aunque puede ser algo puntual e inofensivo, los secretos persistentes reflejan deshonestidad y son una señal de alerta. 

17. Se niega a hablar del tema o se enoja

Llegaste a ese momento en que decides enfrentar a tu pareja a raíz de las dudas que te está ocasionando. ¿Cómo reacciona? ¿Cuál es su comportamiento? Aquí aplica el dicho de «el que nada debe, nada teme». Si notas que está a la defensiva, que es incoherente con sus respuestas o que intenta evadirlo, es bastante evidente.

De seguro, si la infidelidad no es un motivo, sus explicaciones tendrán lógica y estarán bien argumentadas. Además, estará abierto a encontrar soluciones para que no sobrepienses ni te sientas incómodo.

¿Qué puedes hacer si sospechas que tu pareja ha tenido sexo con otra persona?

Ante las dudas sobre una posible infidelidad es frecuente actuar con impulso y enojo; sin embargo, es importante buscar un espacio para hablar de manera asertiva y abierta. Para enfrentar tus sospechas, considera los siguientes consejos:

  • Realiza una autoevaluación de lo que sientes: pregúntate si hay suficientes razones para sospechar o si eso que sientes se origina en tus miedos, inseguridades y celos.
  • Encuentra el momento adecuado para hablar: asegúrate de que haya suficiente privacidad para hablar de forma clara y honesta. Evita que haya terceros presentes.
  • Habla de manera asertiva: cuando estés planteando tus preocupaciones, evita usar un lenguaje acusatorio o de reclamo. Expresa de manera respetuosa lo que sientes y lo que piensas sin dar por hecho nada.
  • Pon en práctica la escucha activa: cuando tu pareja te esté dando respuestas, escucha y mantén la calma. No interrumpas y fíjate en cómo se expresa, su nivel de coherencia y su lenguaje corporal. Esto puede ser revelador para ti.
  • No te autoengañes: en todo momento has de hacer una valoración crítica de la situación. Probablemente te des cuenta si la otra persona intenta persuadirte o hacerte dudar de lo que sientes; no hagas a un lado tu intuición.
  • Toma decisiones: si confirmaste que tu pareja ha tenido relaciones con otra persona, es momento de contemplar qué hacer. La decisión de mantener el vínculo o no es totalmente personal, y depende en gran medida de cómo reaccione la pareja; si está arrepentida o no.
  • Establece acuerdos: si confirmaste o no la infidelidad, de todos modos es un momento idóneo para establecer acuerdos con tu pareja en cuanto a la comunicación, la transparencia, las rutinas y los límites.
  • Busca ayuda profesional: ante el panorama de una infidelidad sexual, confirmada o no, las dudas y la falta de confianza pueden deteriorar el vínculo. Es preciso buscar ayuda con un terapeuta de parejas o un psicólogo. El profesional puede ayudar a encontrar herramientas para superar este problema de forma efectiva.
  • Si no hay más opción, deja ir: no es la primera vez que sospechas o confirmas una infidelidad; tu pareja te evita, no se comunica y te mantiene en la duda. Recuerda que hay momentos en los que debes priorizar tu bienestar mental; y si la otra persona no pone de su parte para solucionar, lo mejor es terminar.

Lo que debes recordar…

Cuando te enfrentas a la posibilidad de que tu pareja te engaña sexualmente, el miedo, el enojo y la inseguridad suelen apoderarse de ti. Tus pensamientos intrusivos aumentan y en muchos momentos pierdes la calma. Analiza las posibles señales y busca un espacio para comunicarte.

Ya sea que confirmes o no tus sospechas, mantén la calma, prioriza tus sentimientos y ponte de acuerdo con tu pareja para encontrar soluciones (sea superar las dificultades o terminar el vínculo). Si no hay interés de la otra parte, la decisión es tuya.

Sea cual sea el caso, buscar ayuda profesional te puede ayudar. Una infidelidad puede dejar secuelas emocionales que, a menudo, requieren de terapia para ser superadas.

6 señales de que tu pareja acaba de tener sexo (y no contigo)

Cuando nuestra pareja comienza a cambiar de actitud sin que encontremos explicación, empezamos a pensar en una posible infidelidad. ¿Cómo estar seguros?

Existen numerosos estudios sobre la infidelidad. Motivos, países donde más sucede, estadísticas entre hombres y mujeres…Por lo general coincidimos en que las actitudes en torno al sexo se han relajado significativamente estas últimas décadas, que la sociedad es más liberal. En 20 años, nuestro comportamiento –pero también nuestra actitud– hacia el engaño ha cambiado sensiblemente.

 

En 1995, el Centro de Investigaciones Sociológicas publicó una encuestasobre los usos y costumbres de los españoles. En ella, el 90% de los encuestados declaraba que jamás había sido infiel a su pareja. Es más, el 84% ni siquiera lo había deseado. Tan solo un 15% de los hombres y un 3% de las mujeres confesaba haber sido desleal a la pareja. 13 años después, la última encuesta de la que tenemos constancia, la de 2008, mostraba que el porcentaje había aumentado sensiblemente; en concreto, un 26,8% para ellos y un 8,2% para ellas.

Foto: No dejes que te engañen. (iStock)

Según el portal Ashley Madison, una especie de Tinder para casados, lo tiene claro: “España es el país más infiel de Europa“. Y no solo es una cuestión de esta región del Viejo Continente. A nivel mundial, también ocupamos un lugar destacado: el quinto. Un puesto que nos sitúa por detrás de Estados Unidos, Canadá, Australia y Brasil.

 

El sistema límbico se activa cuando recibimos alguna recompensa o tenemos sexo, lo que conduce a una sensación de felicidad

 

Curiosamente, la infidelidad también varía dependiendo del lugar en el que vivas. En las capitales de provincia resulta más fácil escabullirse de la cama propia y colarse en la ajena, por lo que Madrid (con el 12,9% de usuarios del portal) y Barcelona (8,5%) aglutinan buena parte de la cornamenta patria, seguidas de Valencia (5,4%), Sevilla (5,1%) y Palma de Mallorca (3,8%).

Cómo pillarles

¿Es tan sencillo ocultar una infidelidad? Tras haber tenido sexo, los hombres se muestran contentos, satisfechos y con los ojos brillantes. Ellas son más impredecibles, ya que esas actitudes se pueden mostrar también cuando realizan otras actividades como ir de compras o un trabajo bien hecho. Te mostramos algunas de las señales a las que debes estar atento si quieres saber si tu pareja acaba de tener sexo con otra personas que no eres tú:

 

No tiene ganas. Aunque suene a tópico, en el caso de ellas es algo más normal. El deseo sexual y la excitación tienen su origen en el hipotálamo (la parte más primitiva del cerebro) donde se dan una serie de conexiones y reacciones químicas que hacen que el cuerpo esté preparado –y deseoso– de practicar sexo. Hasta ahora se sabía que, en ambos sexos, en esta reacción biológica influye principalmente el aumento de los niveles de testosterona en la sangre. Sin embargo, parece que surge una diferencia más entre hombres y mujeres.

 

Según un estudio publicado en la revista ‘Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism’, el deseo sexual femenino no es puramente hormonal sino que está relacionado los con la estabilidad emocional de la mujer con la otra persona. “Las mujeres necesitan algo más que un simple encendido”, afirma Jen Christensen. Pero, ¿cuándo no tiene ganas un hombre?

 

España es el país más infiel de Europa. Y no solo es una cuestión de esta región del viejo continente. A nivel mundial, ocupamos el quinto puesto

 

Aunque se diga que el apetito de ellos en insaciable y no tiene fin, en realidad existen menos posibilidades de querer tener relaciones sexuales si ya las mantuvieron unas horas (o minutos) antes. No es lo mismo que estar en la cama y querer repetir, en este caso el cambio de ambiente y el haber experimentado un orgasmo pueden dejar su libido por los suelos.

 

Ellas son más atrevidas. Según un estudio publicado en la revista científica ‘Journal of Advanced Research’, el sexo atrae más sexo: si han tenido relaciones recientemente, ellas experimentan mayor cercanía o interés hacia los hombres.

 

El deseo es un auténtico cóctel químico. Desde un punto de vista científico, en el caso de los hombres es más fácil de explicar, ya que es más directo. Para las mujeres, sin embargo, depende de las fluctuaciones hormonales. Ellas suelen sentir una mayor inclinación a buscar encuentros sexuales durante el periodo de ovulación o incluso durante la regla. Pero hay que reconocer que depende de cada mujer.

Debes estar atento a todo

Son mas detallistas. Si tu pareja aparece un día conun regalo inesperado y es de los/las que jamás en vuestra relación lo ha hecho, empieza a sospechar. La culpabilidad les come. Te hace regalos más caros y sin razón aparente. Te da besos porque sí o se te queda mirando embobado. Sospecha: se siente culpable y quiere aliviar su conciencia tirando de tarjeta o de romanticismo.

 

Cambios bruscos en el humor. Las personas infieles suelen tener un gran cargo de conciencia que les lleva a tener cambios bruscos de humor. De repente tu pareja es muy dulce y atenta contigo, y al segundo se coge una rabieta del quince por algo que has hecho mal, a su parecer. Esto le ocurre sobre todo a las mujeres que engañan a sus parejas, pues los hombres llevan mucho mejor este doble juego.

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Más felices. “Hay una conocida región del cerebro que está involucrada en la sensación de felicidad”, explica el doctor Paul Thompson, profesor de neurología de la Universidad de California. “Se llama el sistema límbico, que está en las profundidades del cerebro, y es más activo cuando recibimos alguna recompensa. El mismo sistema se activa con el sexo, las drogas o el juego, básicamente con cualquier cosa que nos haga disfrutar”.

 

El deseo sexual femenino no es puramente hormonal sino que está relacionado con la estabilidad emocional con la otra persona

 

El acto sexual aumenta la producción de dopamina, la hormona relacionada con el placer, sin la contrapartida de otras actividades que provocan su producción, como es el caso de muchas drogas recreativas.

 

Tiene mucho sueño. El cuerpo quiere relajarse después de hacer el amor, por ello el sexo es un buen recurso si se tienen problemas de sueño. Según el doctor Ghosh, un buen orgasmo produce en los hombres efectos equivalentes a tomar entre tres o dos miligramos de diazepam (Valium), y es por ello que la mayoría se quedan fritos justo después de hacer el amor. Las mujeres, sin embargo, permanecen más tiempo estimuladas tras hacer el amor, por lo que les cuesta más relajarse tras la práctica sexual. A ellas, en cierta medida, el sexo les despierta, aunque el efecto “despertador” no dura demasiado tiempo.

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