Hermosillo, Sonora, México. En un suceso ocurrido el pasado mes de marzo, Ángel Guízar, conocido como “Flaco”, fue ultimado en su hogar en la colonia Tierra Nueva, en Hermosillo.
“Flaco”, quien era un reconocido miembro de la Gente Nueva Salazar (GNS), un grupo asociado al Cártel de Sinaloa, fue atacado dentro de su residencia por un grupo armado.
Al momento de su muerte, Guízar portaba una camisa con los colores y el logo distintivo de Gente Nueva Salazar, lo que confirmaba su vinculación con este brazo de élite de uno de los cárteles más poderosos de México.
La información fue divulgada rápidamente a través de las redes sociales, donde se compartieron imágenes de “Flaco” en diversas situaciones, algunas de ellas en las que mostraba fotografías de compañeros caídos con chalecos antibalas.
El incidente generó gran conmoción, ya que no se había registrado información detallada sobre el ataque en medios locales, a pesar de que varios usuarios en redes sociales reportaron el suceso.
La falta de cobertura periodística oficial ha suscitado dudas y comentarios entre los habitantes de la zona.
La violencia ligada al narcotráfico y a los cárteles en México continúa siendo una de las principales preocupaciones de seguridad en el país.
El Cártel de Sinaloa, conocido por su poderío en varias regiones de México, ha mantenido presencia en diversas entidades, incluido Sonora, donde se disputan territorios con otras organizaciones criminales.
En este contexto, la figura de los sicarios o “halcones” como Ángel Guízar es clave para las operaciones de estos grupos.
La lealtad a estas estructuras delictivas no solo implica participar en actividades ilícitas, sino también enfrentarse constantemente a la posibilidad de ser blanco de ataques, ya que en el mundo del crimen organizado la traición o la rivalidad entre facciones puede ser mortal.